Un mensaje de vida, esperanza y salvación a las gentes del mundo.
Así vivieron la noche del martes los espectadores del concierto “25 conmemorativo”, del cantautor cristiano Marcos Witt, que conmemoraba sus 25 años de vida artística.
Durante las más de tres horas que duró el concierto,
Witt hizo un recorrido por las más de 42 títulos de canciones y ritmos musicales que a lo largo de su trayectoria ha escrito.
El concierto comenzó a las 9:10 de la noche en el estadio de Softbol del barrio Chiquinquirá.
La velada de adoración se abrió con Kamilo Rincón, un nuevo talento bogotano que dio a conocer su primer sencillo “Quisiera”.
Siguieron los cantautores Alex y Mike, quienes aumentaron en el público las ganas de adorar con sus dos alabanzas.
Con las manos en lo alto en actitud de adoración, el público recibió con gratitud las alabanzas y adoración que ofreció Marcos.
Apoyo audiovisual
La noche transcurrió, en medio de videoclips e historias que narraban episodios de su vida artística desde que se inició como cantante y compositor.
Canciones que se habían olvidado en el decurso de su trayectoria pero que fueron reeditadas con nuevos arreglos, fueron las protagonistas del concierto.
La primera parte del espectáculo terminó con la conocida canción “Tu fidelidad” y la presencia de Alex Campo en la tarima.
Luego de 15 minutos de receso, Marcos Witt regresó haciendo una especie de popurrí, con sus más movidas y conocidas canciones.
Durante el concierto, personajes de la vida cristiana fueron dando felicitaciones a Marcos Witt en sus 25 años de estar cantando para el Señor.
A media noche, con palabras proféticas para Cartagena y un canto verdadero de adoración culminó el concierto.
En diálogo con El Universal, Marcos contó parte de lo que ha sido su quehacer por las naciones llevando la palabra de Dios, a través del canto.
¿Por qué incluiste a Cartagena en la gira “25 Conmemorativos”?
- Amo muchísimo a Colombia, por eso sabíamos que Cartagena debía ser una de las paradas oficiales en esta gira.
Este concierto se dio de una manera muy linda porque el joven que nos invita, a través de su fundación One Way, lo hizo desde muy temprano.
Esta ciudad es la cuarta en la gira por las naciones. Estoy muy orgulloso de estar de nuevo acá (estuvo en 2008 con su trabajo musical Sobrenatural).
Cartagena es una ciudad muy importante, muy linda. Además, he estado muchísimas veces en Bogotá y Medellín, había que visitar otras ciudades y qué mejor que ésta para celebrar estos 25 años.
¿Ves en Cartagena una ciudad para desarrollar algunos de tus proyectos?
- Nuestro trabajo es apoyar a quienes ya están haciendo su labor aquí en Cartagena.
Además del concierto, vamos a apoyar con una conferencia para los líderes espirituales y empresariales.
¿Mediante qué método compones tus canciones?
- Cada canción tiene su propia historia y literalmente tiene su propia manera de ser, de construirse, su propio trasfondo, es decir lo que estaba viviendo cuando compuse la canción.
No hay una fórmula que diga: ‘así es como compongo’. Hay canciones que he compuesto en un avión, en un taxi, en un cuarto de hotel, en la regadera.
También sentado en el piano en la casa, pero cada una tiene su historia y es interesante la gran variedad de canciones que han venido de diferentes maneras.
En los conciertos hablo unos minutos de las canciones, frente al piano, y eso es interesante porque la gente identifica la canción, aunque no conozca su historia. Es un momento informal, pero muy lindo.
¿Cuándo escribes la canción la orientas hacia los cristianos o hacia los no cristianos?
-Todas mis canciones son escritas con Dios en mente. No distingo, porque todos somos seres divinos, espirituales.
Todas las canciones nos ayudan a saber como funciona Dios, y él funciona para un pueblo cristiano y para un pueblo no cristiano.
¿Los ritmos musicales han variado para los conciertos?
- Hay una variación de ritmos musicales en estas presentaciones. ‘Renuévame’, una de mis canciones más famosas, ahora viene en bachata. ‘Cuan bello es el Señor’ (otra canción), viene en bossa nova. Además, en cada concierto hay sorpresas.
¿Cómo divides el tiempo entre componer canciones, los conciertos y la iglesia que diriges?
- Es muy sencillo, tengo un equipo de trabajo muy bueno al que le delego la mayoría de lo que toca hacer en la iglesia.
En los conciertos y giras también cuento con un gran equipo de profesionales que me ayudan a trabajar. Me apoyo muchísimo en la habilidad y el profesionalismo de mi equipo de trabajo.
Se dice que eres de las pocas personas que tiene la oportunidad de hablarle al oído al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, háblanos de esa relación...
- (Risas) No es tan así la cosa.
Somos asesores y nos enfocamos en apoyar a nuestros gobernantes, pero también somos una voz para aquellos que no tienen voz, y en mi caso específico he sido una voz a favor de los inmigrantes e indocumentados que viven en Estados Unidos.
He hablado muchísimo a favor de ellos. Me junto con mucha frecuencia con los senadores y gobernantes para poder ayudarles a pensar y a mirar cómo podemos cambiar la situación que estamos viviendo en Estados Unidos.
¿Es muy especial el “25 conmemorativos”?
- Sí, celebro 25 años de vida artística, 25 años de casado, 25 años desde que grabe mis primeras canciones.
¿Qué hay en el futuro de Marcos Witt?
- Es una buena pregunta.
Siempre en su momento lo he sabido, nunca me he apresurado, nunca he permitido que los de mercadotecnia me digan que es tiempo de grabar, que se necesita otro disco.
Siempre me he enfocado en que cuando Dios me dice un mensaje, lo llevo a la música.
Acabamos de empezar esta gira (lleva dos semanas), y cuando terminemos esta gira sé que en ese momento voy a saber cuál es el próximo proyecto a desarrollar.
Alex Campos, tu hijo espiritual, te acompaña en esta gira en Colombia...
- Es un colombiano que aprecio y valoro mucho. En el medio de la música cristiana se ha convertido en la fuerza más grande que tiene ahorita Latinoamérica.
Un mensaje para Cartagena...
- Sigamos tomándonos de la mano de Dios, sino no lo hacemos vamos a perder la esperanza. Cuando se vive con desesperanza, se vive mal, pero cuando es nuestro norte, brújula espiritual con base en Dios, nuestro Señor, nos va mucho mejor.