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24/6/11

Cristianos realizarán vigilia nacional para orar por la paz en Venezuela


El encuentro es organizado por varios grupos de misioneros cristianos, se estima la asistencia de al menos 16 mil personas y 500 congregaciones religiosas de Caracas y unas 721 a nivel nacional
Hoy, 24 de junio, los cristianos venezolanos realizarán una vigilia nacional en el estadio “Brígido Iriarte”, de la urbanización El Paraíso, en Caracas. El clamor ha sido titulado: “Gran Vigilia de Oración Todos Unidos por Venezuela”, según publica el diario El Universal de Venezuela.
El encuentro es organizado por varios grupos de misioneros cristianos, se estima la asistencia de al menos 16 mil personas y 500 congregaciones religiosas de Caracas y unas 721 a nivel nacional.
El evento contempla la gran misa de la Oración nacional, plegarias y actividades complementarias como teatro y conservatorios públicos. Lo que indica, que este clamor puede ser ecuménico o posiblemente solo de católicos.
Sin embargo, el pastor Ignacio Yllaramendy, es el coordinador general de la actividad, quien ratificó el carácter religioso del encuentro, e hizo un llamado a ser parte de este evento.

23/6/11

PASTORES EVANGÉLICOS HACEN UN LLAMADO A LA PAZ EN LA CÁRCEL DEL RODEO(VENEZUELA) VÍDEO

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Alex Campos, realizó dos conciertos benéficos en Italia


Alex Campos, ha ido escalando alturas en la música cristiana su penúltimo álbum “Cuidaré de Ti”, fue nominado al Latin Grammy. La canción “Lenguaje de Amor”, título principal de su reciente disco, fue descargada gratuitamente durante 4 días y logró alcanzar 40, 000 descargas y sus vídeos en You Tube han llegado a 40 millones de visitas, según Alex
Por primera vez en Italia, Alex Campos, realizó dos conciertos benéficos: en Milán y Génova, las fechas fueron los pasados 17 y 18 de junio, a favor del “Proyecto de Haití” Misión Posible, según publica el portal Evangelice. Italia, formó parte de la gira del “Tour Lenguaje de Amor” que está haciendo Alex Campos con su banda por 26 países.
Alex Campos, ha ido escalando alturas en la música cristiana su penúltimo álbum “Cuidaré de Ti”, fue nominado al Latin Grammy. La canción “Lenguaje de Amor”, título principal de su reciente disco, fue descargada gratuitamente durante 4 días y logró alcanzar 40, 000 descargas y sus vídeos en You Tube han llegado a 40 millones de visitas, según Alex.
Los dos conciertos que Alex Campos realizó en Italia fueron: el primero en Milan en el Teatro Rosalba Sabaoth 11. Allí tuvo un costo de 10 euros, mientras que en Genova fue en el teatro en la plaza de la tos Renato Negri 6. La entrada costó 15 euros.

Jerusalén se prepara para recibir 10 millones de turistas por año

Jerusalén es la ciudad que representa en su máxima expresión el turismo religioso más importante a nivel mundial, ya que tres de las principales religiones, judaísmo, cristianismo e islamismo se identifican con la milenial ciudad santa del Rey David
Jerusalén, ciudad santa y milenial, aspira relanzar el turismo religioso y cultural hasta alcanzar los diez millones de visitantes por año, en una estrategia de su intendente, Nir Barkat, para universalizar la ciudad del rey David y fomentar su unidad bajo soberanía israelí.
“La visión de futuro que tenemos para Jerusalén está en su pasado y en la estrategia de abrir la ciudad al mundo”, explicó el intendente Barkat, quien se ha propuesto alcanzar la cifra de diez millones de turistas al año en el plazo de dos décadas, según de publica EFE y Aurora.
La ciudad, en la que viven unas 800.000 personas, recibió el año pasado el número récord de 3,4 millones de visitantes, una cifra que considera insuficiente para la que define como “el centro del mundo”.
Convencido de que tiene en sus manos “una de las ‘marcas’ más importantes en todo el mundo” que “no necesita ninguna presentación”, el intendente asegura que 3.500 millones de personas desearían visitar su ciudad “al menos una vez en la vida”, y que su objetivo es facilitar que puedan cumplir ese deseo en corto y mediano plazo.
Así se lo ha dicho también a los veinticinco participantes de la Conferencia Internacional de Intendentes en Jerusalén, un evento que se celebra estos días en su vigésima séptima edición y que este año cuenta con la participación de los alcaldes de Melburne, Bratislava, Budapest, Atenas, Nairobi, Harare y Dar es Salaam, entre otras.
De Latinoamérica han llegado los regidores de San Salvador, Norman Noel Quijano, y de la peruana Trujillo, César Acuna Peralta, que coinciden en el aporte de este tipo de encuentros para “intercambiar experiencias con otros colegas del mundo” sobre temas de interés común para “los que estamos cerca del pueblo”.
La conferencia de este año se centra en el uso de tecnologías para la educación, la seguridad ciudadana y la integración de emigrantes, asuntos que según Barkat, “son la preocupación de cualquier intendente”.
“En la práctica todos nosotros tenemos los mismo retos, que son cómo mejorar la calidad de vida de nuestras poblaciones”, afirmó en la ceremonia inaugural que tuvo lugar en la Municipalidad de Jerusalén.
Como novedad este año, la Conferencia de Jerusalén incluye recorridos por Haifa (norte) y Tel Aviv (centro), con una visita en esta última ciudad a la escuela en la que se filmó “Strangers No More”, galardonado en 2010 con el Oscar al mejor documental y en la que estudian escolares de 48 nacionalidades.
“El reto que tengo como intendente -declara- es convertir Jerusalén en una ciudad más atractiva y diez millones de turistas crearán inmensas oportunidades, actuarán como elemento moderador de radicales”.
En su visión para la ciudad santa, no concibe su partición entre israelíes y palestinos porque a su juicio, “Jerusalén nunca ha sido capital de ningún pueblo, sólo del judío”. Declara tajante que “la clave está en el desarrollo económico” con el turismo como principal motor de crecimiento.
“Hay que facilitar a la gente que llegue y disfrute de la ciudad, que vea que es una ciudad abierta, que hay libertad de credo y acceso a los lugares santos, libertad que no hubo durante 2000 años hasta que fue reunificada (en la Guerra de los Seis Días de 1967)”, aseguro Barkat.
La población que reside en el perímetro municipal de Jerusalén, que incluye la parte este no reconocida por la comunidad internacional, está compuesta por unos 500.000 judíos y unos 300.000 palestinos, cuya gran mayoría prefiere –según las encuestas permanecer bajo la soberanía israelí- y las estadísticas apuntan a que en menos de dos décadas habrá superado en su conjunto el millón de habitantes.
Un reto que requerirá al municipio la construcción de 50.000 nuevas viviendas y una profunda transformación de sus vías de tráfico, dentro de un plan maestro que, según su intendente, está destinado a que Jerusalén “asuma el papel que le corresponde en el mundo”.

Joven se convierte en pastor evangélico después de haber estado en prostitución y drogadicción


El ahora pastor evangélico, relató cómo fue que calló en las drogas, homosexualismo y la infección del VIH. Fue abusado sexualmente a los 4 años por un joven de 14 años..
Su nombre es Edgar Méndez, y ahora es un pastor, aunque, tiene 24años ya está dedicado al ministerio evangelístico, según publica el diario El Periodista de Colombia.
Méndez, cuenta a Gina Escheback, quien redactó este reportaje, que él asegura haber sido sanado del virus de inmunodeficiencia humana, de la adicción a las drogas, el alcohol, y del homosexualismo, todos esos milagros se los atribuye a Dios, a quien le está muy agradecido.
El ahora pastor evangélico, relató cómo fue que calló en las drogas, homosexualismo y la infección del VIH. Fue abusado sexualmente a los 4 años por un joven de 14 años, él asegura que a raíz de esa violación empezó a tener atracción por los hombres. A los 12 años empezó a tener parejas del mismo sexo, luego varias relaciones fallidas.
Luego inició una relación por interés económico con un hombre de 65 años, a la vez dice que ejercía la prostitución por gusto, usando irresponsablemente todo tipo de drogas psicoactivas y teniendo relaciones sexuales sin protección.
Cuando la familia de Méndez se convirtió al evangelio, le insistió que necesitaba un cambio en su vida, ya que su salud estaba deteriorada por el SIDA y necesitaba arrepentirse y aceptar a Dios, por lo menos partir en paz con Dios, fue renuente, hasta que tuvo un encuentro personal con Dios que le cambió su vida; después de oír a sus familiares optó por entregar su vida a Jesucristo.

Asociación Evangelística Billy Graham y 600 iglesias hispanas se unen para evangelizar California







Cabe destacar que BGEA, desde 1989, realiza sus campañas durante el año en diferentes fechas y varias partes del mundo, por lo que ahora en el 2011 van realizar evangelizaciones en Puerto Príncipe, Haití, Liberia, Los Angeles, Milwakee, Denver, Canadá, Lituania e India.
La Asociación Evangelística Billy Graham (BGEA por sus siglas en inglés) y una 600 iglesias hispanas se han aliado, para evangelizar masivamente con campañas evangelísticas el Estado de California, según publica el diario Christian Post en español.
La forma en que BGEA, realizará alcanzará nuevas almas para Cristo es a través del ya conocido “Festival Esperanza”, donde todo el mundo podrá verlo porque se transmitirá por internet el 25 y 26 de junio.
La campaña se desarrollará en la zona metropolitana de Los Ángeles, donde artistas hispanos muy conocidos darán de su aporte y si faltar el mensaje de la Palabra de Dios, en boca de Frankling Graham.
Cabe destacar que BGEA, desde 1989, realiza sus campañas durante el año en diferentes fechas y varias partes del mundo, por lo que ahora en el 2011 realizar evangelizaciones en Puerto Príncipe, Haití, Liberia, Los Angeles, Milwakee, Denver, Canadá, Lituania e India.
Para los interesados, que deseen ver las predicas de Graham, sábado 25 a las 7 pm y el domingo 26 a las 5 pm hora del pacífico, podrán ver en vivo desde la web de BGEA, el evento evangelístico.

21/6/11

BIOGRAFÍA DE JUAN WESLEY

BIOGRAFÍA DE JUAN WESLEY
Juan Wesley nació el 17 de junio de 1703, en el hogar de un ministro, y siendo el decimoquinto hijo. No solamente su padre era ministro, sino que también lo habían sido su abuelo y su bisabuelo.
Todos los hijos de la familia Wesley eran de muy buenos modales, y muy educados, a pesar de ser sumamente pobres. La madre de familia era también la maestra. Les enseñaba las materias escolares, a la vez que les impartía una educación cristiana excelente. Cada una de las hijas aprendió el griego, el latín y el francés, así como lo necesario para los quehaceres domésticos. Los niños fueron enseñados a ser amables unos a otros, así como con los sirvientes y vecinos: algo muy raro en aquellos días.
A pesar de que Susana de Wesley fue una madre muy ocupada, se hizo el propósito de dedicar un tiempo especial para cada hijo, cuando éste cumplía los cinco años, con el fin de enseñarle el alfabeto. En cada caso, tuvo éxito.
Un día cuando Juan tenía sólo seis años, la vieja casa pastoral se incendió. Mientras la casa ardía, toda la familia escapó, excepto el pequeño Juan. Su padre estaba a punto de volver a entrar corriendo otra vez, para buscar a su hijito, cuando pareció que la casa entera estaba a punto de desplomarse. Durante todo lo ocurrido Juan había continuado durmiendo, ajeno a lo que acontecía. Pero cuando la casa se derrumbó, el estrépito lo despertó y le hizo corre hacia la ventana. No había ninguna escalera a la mano, de modo que uno de los vecinos se subió a los hombros de otro, y de esta manera lograron rescatar al niño, justo en el momento en que el techo se venía abajo. Esta experiencia quedó profundamente grabada en la memoria de Juan Wesley. Sentía que Dios le había salvado la vida con algún propósito especial.
La Sra. de Wesley procuraba dedicar algún tiempo a cada uno de sus hijos, cada semana. También halló tiempo, o más bien dicho, hizo el esfuerzo para hallar tiempo, para hablarles a cada uno de ellos acerca de Dios, y de cómo orar y de cómo agradar al Señor. Jueves por la tarde era el tiempo dedicado a Juanito. Esto hizo en él una honda impresión. Se acordaría de ello un cuando se fue a la universidad de Oxford par estudiar. A menudo le escribía a su madre, y le recordaba que pensara en él los jueves por la tarde.
Cuando Juan tenía diez años, su padre lo llevó al Colegio de Charterhouse, en Londres. Allí recibió una excelente educación; una de las mejores que se podían obtener en cualquier parte, en aquellos días. Estudió lenguas clásicas, matemáticas y ciencias.
Al graduarse en Charterhouse, a los diecisiete años, ingresó a la universidad de Oxford. Por primera vez, en su vida, nadie lo mandaba; ahora era su propio patrón. A pesar de estar rodeado de otros estudiantes que tomaban licor, que jugaban al azar y llevaban una vida de inmoralidad, Juan demostró que la instrucción cristiana recibida en el hogar no había sido en vano; así que llevó una vida buena y limpia.
Wesley hizo muchos amigos durante su estadía en la universidad. Tenía un ingenioso sentido del humor, y una excepcional habilidad para escribir poemas. Era el que ponía la chispa en cualquier reunión social, y era siempre bienvenido en los hogares de sus compañeros de estudio que vivían en las aldeas cercanas.
Siguiendo las pisadas de su bisabuelo, de su abuelo y de su padre, aun Wesley decidió hacerse ministro. Predicó su primer sermón en una pequeña iglesia en la aldea de South Leigh.
Después de obtener su bachillerato, y después de pasar algún tiempo ayudando a su padre en Lincolnshire, Wesley fue elegido para el cargo de Compañero de la universidad de Lincoln. Compañero era el nombre dado a un dignatario de alto rango, y Wesley desempeño tal cargo con honor para sí mismo, y para la universidad, durante veinticinco años.
Fue en aquel tiempo que Juan Wesley comenzó a desarrollarse como predicador anglicano, creyendo en todas las formalidades y ceremonias de la iglesia oficial de Inglaterra, y también en disciplina severa. Se levantaba a las cuatro de la mañana, ayunaba con regularidad, trabajaba duro y sin descanso, y demandaba de su fuerte cuerpo un esfuerzo casi hasta el límite del colapso. Visitaba a los presos en las cárceles, que eran lugares terribles en aquellos días; y procuraba suavizar todo lo posible la vida de los prisioneros por donde quiera que iba. También enseñaba a los niños que no tenían que los cuidara. A pesar de toda esta incesante e incansable actividad religiosa, y aunque predicaba sermones preparados con esmero, no podía dejar de sentir que su vida era estéril. No atraía a multitudes. No influía en ninguna vida ajena. No despertaba ninguna conciencia. No hacía arder a ningún corazón.
Pasado algún tiempo Carlos, el hermano menor de Wesley, ingresó a la universidad de Oxford, y con algunos otros de los estudiantes más serios, formaron un grupo, al que algunos apodaron "el club santo". Se reunían para orar, par estudiar la Biblia, y comentar sobre lo que habían leído y meditado. Eran muy metódicos en su asistencia a los servicios de comunión, y como resultado de sus prácticas tan ordenadas, sus compañeros comenzaron a llamarles los "metodistas".
En octubre de 1735, Juan Wesley y su hermano Carlos viajaron a América. Juan iba a servir como capellán en la ciudad de Savannah, en la colonia de Georgia, en tanto que Carlos iba a desempeñar el cargo de secretario del fundador y gobernador de la colonia, el general Oglethorpe. Juan hizo planes para celebrar servicios, visitó cada hogar, y estableció una escuela para los hijos de los colonos. Trató de enseñar a los indígenas, para éstos no aceptaron en nada sus esfuerzos. Se mantenía sumamente ocupado, pero no era de ningún modo popular. Todo el tiempo, en el fondo de su alma, estaba buscando una verdadera fe en Dios.
Entretanto, Carlos Wesley se las había ingeniado para enredarse en una sería disputa con el gobernador, y como resultado, regresó a Inglaterra. Después de haber estado en Georgia menos de dos años. Juan siguió a su hermano, regresando también a Inglaterra. La aventura de Georgia, iniciada con tan doradas esperanzas, se había tornado en un amargo fracaso.
Tanto Juan como Carlos Wesley había hecho ya su profesión de fe en Cristo, pero ni el uno ni el otro sentían que estaban consagrado de lleno al Señor. Una y otra vez Juan leía la historia de la conversión de Pablo, y oraba pidiendo obtener él también una luz deslumbrante, y una creencia segura de haber sido aceptado como un siervo de Cristo, su Salvador. Esta ansiedad fue la que los condujo a emprender su búsqueda espiritual, y eso les trajo una seguridad completa de su fe en Cristo.
Desde aquel día en adelante, todo cambió para Juan Wesley. Quería, sobre todo, compartir su experiencia de conversión con otras personas que parecían no tener el verdadero gozo en el Señor. Trató, en seguida, de predicar en algunas de las iglesias establecidas de Inglaterra. La gente acudió en multitudes para escucharle. El mensaje que predicaba era tan sencillo, tan directo y tan convincente, que tanto hombres como mujeres, sintiendo la carga de una vida pecaminosa, clamaban arrepentidos perdón a Dios.
Sin embargo, otros clérigos no aceptaban su mensaje. Pronto halló que le sería necesario conseguirse un sitio propio para poder predicar, al aire libre. Así lo hizo, y centenares de personas siguieron reuniéndose para oír los mensajes de Juan Wesley.
Entonces empezó su ministerio, a caballo; viajando de arriba abajo por las carreteras de Inglaterra, par predicar a la gente el evangelio de Cristo. Era valiente y osado. Predicaba en cualquier edificio, grande o pequeño, que se pudiera conseguir. Cuando no había ninguno disponible, predicaba al aire libre, en cualquier lugar en donde se podía reunir la gente. Siempre estaba dispuesto a predicar, aunque lo escuchara solamente una persona. Cuando viajaba solo, dejaba suelta las riendas del caballo, con el fin de poder leer. De esta manera se mantenía al día en cuanto al estudio, y componía sus numerosos sermones.
En vista de que no se le permitía predicar en las iglesias establecidas de las parroquias, Wesley decidió edificar capillas y lugares de predicación en los distintos lugares que visitaba. Habiendo diseñado estos edificios de modo que sirvieran no sólo como iglesias, sino también como escuelas, le fue posible ayudar también a muchos niños abandonados y desprovistos de instrucción. En algunas de esas capillas también construyó algunas habitaciones, en donde podían alojarse los evangelistas ambulantes, que no tenían en donde pasar la noche. Además, había un establo para un par de caballos.
Por dondequiera que iba, y a veces miles, de personas se reunían para escucharle predicar. Juan Wesley se dio cuenta de que no le sería posible continuar haciendo tan magna obra solo, así que empezó a valerse de la ayuda de algunos predicadores laicos. Estos hombres predicaban los domingos, y seguían trabajando en sus empleos acostumbrados durante la semana. Se les pagaba poco, vestían pobremente, les faltaba instrucción, y carecían de buen alojamiento: sin embargo, tenían intrepidez de héroes. Recorrían grandes distancias, principalmente a caballo, pero a veces a pie. Enfrentaban amarga persecución. A menudo las autoridades los reprendían, y a veces los encarcelaban.
Wesley tenía un interés particular en la niñez y en la juventud, y muchas veces, al entrar en algún pueblo, los visitaba antes de comenzar sus reuniones. Nunca se cansaban de decirles a ellos, así como también a los adultos, que lo que debían hacer era "creer, amar y obedecer." Debido a que su interés en la juventud, más tarde pudo proveerles hogares, escuelas y reuniones juveniles en las iglesias.
Había poco ricos en Inglaterra. Mucha gente vivía bien, pero gran parte de la población carecía de empleo, o no recibía el sueldo merecido; así que la mayoría era sumamente pobre. Vivían en casas insalubres, y los hijos no tenían ni comida ni ropa suficiente, y, por lo general, carecían de instrucción. Juan Wesley nunca se tapó los oídos, ni se hizo de la vista gorda, en cuanto a las necesidades de los que tenían menos que él. Vivía con frugalidad, con el fin de tener algo para dar a los menesterosos.
Al crecer la obra, Wesley hizo arreglos para que otras personas se encargaran de las actividades en beneficio de la gente necesitada. Estableció orfanatos, en donde se educaba y se cuidaba a los niños. Logro hallar posada para algunas señoras ancianas, e hizo arreglos para que se les cuidara. Fundo un dispensario médico, y aun distribuyó personalmente la medicinas. Los metodistas más prósperos contribuían con donativos de dineros, ropa, comida y leña; lo cual era llevado a los hogares de la gente enferma o pobre.
El ministerio de Wesley no se limitó a Inglaterra. También viajó a Irlanda, a los Estados Unidos, a Canadá y a las Antillas. En todas partes grandes multitudes llegaban para escucharle.
Dándose cuenta el gran valor de la literatura, y siendo un erudito él mismo, Juan Wesley escribió casi cuatrocientos libros y folletos, sobre diversos temas; tales como teología, historia, lógica, ciencia, medicina y música. Escribió muchos libros devocionales, los cuales distribuía entre la gente que encontraba. Estos fueron publicados en ediciones baratas, de modo que la gente tuviera la oportunidad de comprarlos. Esta obra creció tan rápidamente, que Wesley finalmente estableció su propia casa publicadora. En ella también fueron impresos centenares de himnos, muchos de los cuales habían sido compuesto por su hermano Carlos.
El 2 de marzo de 1791, a la edad de ochenta y ocho años, Juan Wesley acabó su carrera. No obstante, lo que él empezó ha seguido adelante por medio de la Iglesia Metodista, durante más de doscientos años. Dios bendijo la vida y el ministerio de este hombre santo y consagrado, quien tenía un solo deseo, el cual es, el de predicar el evangelio de Cristo, instándole a la gente a creer, amar y obedecer.
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BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO


Teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la Reforma protestante (Eisleben, Turingia, 1483-1546). Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512.
Siendo ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y también el que las bulas eclesiásticas -documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos- fueran objeto de un tráfico puramente mercantil.

Martín Lutero
Las críticas de Lutero reflejaban un clima bastante extendido de descontento por la degradación de la Iglesia, expresado desde la Baja Edad Media por otros reformadores que se pueden considerar predecesores del luteranismo, como el inglés John Wyclif (siglo XIV) o el bohemio Jan Hus (siglo XV). Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando 95 tesis que clavó a la puerta del castillo de Wittenberg (1517).
La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los «Padres de la Iglesia», remitiéndose en su lugar a la Biblia y al uso de la razón.
En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con la Iglesia, al desarrollar sus ideas en tres grandes «escritos reformistas»: Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia Sobre la libertad cristiana. Finalmente, el papa León X le condenó y excomulgó como hereje en una bula que Lutero quemó públicamente (1520); y el nuevo emperador, Carlos V, le declaró proscrito tras escuchar sus razones en la Dieta de Worms (1521). Lutero permaneció un año escondido bajo la protección del elector Federico de Sajonia; pero sus ideas habían hallado eco entre el pueblo alemán y también entre algunos príncipes deseosos de afirmar su independencia frente al papa y frente al emperador, por lo que Lutero no tardó en recibir apoyos que le convirtieron en dirigente de un movimiento religioso conocido como la Reforma.
Desligado de la obediencia romana, Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en escritos de san Pablo y de san Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles.
Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del individuo con Dios en la cual desaparecía el papel mediador de la Iglesia, privando a ésta de su justificación tradicional; la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué ser un monopolio exclusivo del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, para lo cual ésta debía ser traducida a idiomas que todos los creyentes pudieran entender (él mismo la tradujo al alemán, creando un monumento literario de gran repercusión sobre la lengua escrita en Alemania en los siglos posteriores).

Iglesia Episcopal

Iglesia Episcopal

Información GeneralLa Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos forma parte de la Comunión Anglicana mundial. A fines del decenio de 1980 la iglesia tenía unos 2.500.000 miembros en unas 7.000 parroquias y misiones, con unos 14.000 clérigos. Dividida en 4 provincias que incluyen todos los estados y territorios de los Estados Unidos, cuenta con 106 diócesis y distritos misioneros.
La historia de la Iglesia Episcopal se inició con la exploración y colonización inglesas de América del Norte. Pese a que las colonias de Nueva Inglaterra fueron fundadas por puritanos que se oponían al anglicanismo, un gran número de anglicanos se asentaron en el sur de las colonias, y la Iglesia de Inglaterra se convirtió en la iglesia establecida en las Carolinas, Maryland y Virginia; la Revolución Americana cortó los lazos entre la Iglesia de Inglaterra y la iglesia en las colonias. Así, en 1789 la Iglesia protestante Episcopal comenzó su existencia separada, decidida no sólo a preservar su patrimonio anglicano sino también comprometida con los ideales de los Estados Unidos, tales como la separación de la Iglesia y el Estado.

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El carácter de la Iglesia Episcopal fue influenciado durante sus primeros años por la polémica entre el partido de la Iglesia Baja, dirigido por William White, primer obispo de Pensilvania, y el de la Iglesia Alta, dirigida por Samuel Seabury, obispo de Connecticut. Tratando de resolver el altercado, la iglesia episcopal estableció la política de que una iglesia democrática, dominada por laicos entraba en conflicto con la estructura aristocrática de dirección, dominada episcopalmente. Se produjo una controversia general, entre una cámara de obispos y una de clérigos y laicos diputados, programada para reunirse cada tres años. Iba a haber una tensión adicional entre esta convención nacional y las diócesis y distritos misioneros locales, que resistieron a la injerencia del organismo nacional. La unidad se ha mantenido por las tradiciones comunes consagradas en una constitución y derecho canónicos, el Libro de Oración Común y el triple ministerio de obispos, sacerdotes y diáconos, así como a través de un acuerdo para coexistir.
La historia posterior de la Iglesia Episcopal es en gran parte la de su expansión con el crecimiento de los Estados Unidos en territorio y población, y de las revisiones de políticas, leyes y liturgia. El compromiso misionero de la Iglesia condujo a la fundación de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera en 1821; su presidente es el obispo principal y más antiguo de la cámara de obispos, lo cual marcó el comienzo de un ejecutivo nacional permanente para la iglesia. En 1919 la convención general creó el consejo nacional, más tarde llamado consejo ejecutivo, que absorbió a la sociedad misionera y otras sociedades para la educación y el trabajo social. En 1976 la convención general aprobó la revisión del Libro de Oración Común (previamente revisado en 1892 y 1928) y la admisión de la mujer al ministerio ordenado. Estas decisiones provocaron una discordia generalizada, haciendo que algunos miembros de la iglesia se fueran a otras o establecieran una nueva, la Iglesia Anglicana de Norteamérica. En 1989 la consagración de Barbara Harris como primera mujer obispo provocó la formación del Sínodo Episcopal de los Estados Unidos, grupo disidente apoyado por varios obispos Episcopales.

John E Booty La Iglesia Episcopal ha participado activamente en el Movimiento Ecuménico, en gran parte a través del Consejo Nacional de Iglesias y el Consejo Mundial de Iglesias. Ha participado en conversaciones con otras iglesias, principalmente la presbiteriana, católica romana y luterana.
John E Booty

R Albright, History of the Protestant Episcopal Church (1964); J Booty, The Episcopal Church in Crisis (1988); D Locke, The Episcopal Church (1991); R Pritchard, ed., Readings from the History of the Episcopal Church (1986). Bibliografía
R Albright, Historia de la Iglesia Protestante Episcopal (1964); J Booty, La Iglesia Episcopal en crisis (1988); D Locke, La Iglesia Episcopal (1991); R Pritchard, ed., Lecturas de la Historia de la Iglesia Episcopal ( 1986).


Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos de América

Información CatólicaLa historia de esta organización religiosa se divide naturalmente en dos: el período de su dependencia de la Iglesia de Inglaterra, y el de su existencia separada con una jerarquía propia.
I. ANTES DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA
La Iglesia de Inglaterra se instaló permanentemente en el Estado de Virginia en 1607, al fundarse la colonia de Jamestown. Había habido intentos esporádicos antes de esta fecha -1585 y 1587, bajo los auspicios de Walter Raleigh en las Carolinas, y en 1607, bajo los auspicios del Presidente Popham de la Corte Suprema y Sir Ferdinando Gorges en Maine. El intento de fundar colonias habían fracasado y con él, por supuesto, el de establecer las instituciones eclesiásticas inglesas.
Durante el período colonial la Iglesia de Inglaterra logró una cuasi instalación en Maryland y Virginia, y en menor medida en las otras colonias, con la excepción de Nueva Inglaterra, donde durante muchos años los pocos episcopales presentes fueron ferozmente perseguidos, y en el mejor de los casos, apenas tolerados. En los estados del sur —sobre todo en Virginia y Maryland, en el último de los cuales la Iglesia de Inglaterra había privado a los católicos no sólo del poder político sino incluso de la libertad religiosa— la Iglesia de Inglaterra, aunque bien provista desde un punto de vista mundano, no era en modo alguno fuerte, ni espiritual ni intelectualmente. Los nombramientos a parroquias estaba casi totalmente en manos de funcionarios que se negaban a preparar a los ministros y darles así derecho a los emolumentos de su cargo, sino que preferían pagar capellanes a los que podían despedir a su arbitrio. Naturalmente, esto condujo a llenar el ministerio con muy indignos candidatos, y redujo al clero a una posición de desprecio a ojos de los laicos.
Como no había obispos en Estados Unidos, las iglesias en las colonias estaban bajo la jurisdicción del obispo de Londres, que los gobernaba por medio de comisarios, y aunque entre éstos había hombres tan eminentes como el Dr. Bray en Maryland, y el Dr Blair, fundador de la universidad William y Mary en Virginia, el poder laico era tan fuerte, y los hombres dispuestos a emprender el trabajo del ministerio, tan inferiores, que era muy poco lo que se podría hacer. Incluso los esfuerzos de la Sociedad para la Propagación del Evangelio tuvieron muy poco efecto en el sur, aunque en Pennsylvania, Nueva York, Nueva Jersey tuvo mejores frutos.
Pero mientras que la iglesia anglicana se hundió en el sopor espiritual e intelectual en el sur, y llevó una existencia más bien aletargada en los estados del centro, en 1722 se produjo en Nueva Inglaterra un evento muy promisorio para el futuro del anglicanismo, y que sacudió hasta sus bases al Congregacionalismo de allí. Timothy Cutler, rector de la Universidad de Yale, con otros seis ministros congregacionistas, todos intelectuales y piadosos, anunció a sus hermanos en el ministerio congregacional de Connecticut que ya no podían seguir fuera de la comunión visible con una Iglesia Episcopal; y que algunos de ellos dudaban de la validez, mientras otros estaban convencidos de la nulidad, de las ordenaciones presbiterianas. A tres se les convenció posteriormente de permanecer en el ministerio congregacionista; el resto se hizo episcopalianos, y tres de éstos, los sres Cutler, Johnson y Brown, fueron ordenados en el ministerio de la Iglesia Anglicana.
Durante la Revolución
Durante el período de la Revolución la Iglesia de Inglaterra en Estados Unidos bajó mucho en la estimación de los estadounidenses por su fuerte adhesión a la causa de la Corona británica; pero no faltaban clérigos y legos que destacaban por su lealtad a la causa de las colonias y por los sacrificios patrióticos que hicieron por la causa de la independencia. Dos miembros de ese clero fueron el señor White, asistente en la Iglesia de Cristo, Filadelfia, y el sr. Provost, auxiliar de la iglesia de la Trinidad, de Nueva York. Siendo “tories” [conservadores británicos, N.del T.] los rectores de estas iglesias, ambos caballeros los sucedieron como pastores de sus respectivas parroquias.
II. DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA
La facción Seabury
Al finalizar la guerra los episcopales, como ya se les llamaba comúnmente, se dieron cuenta de que si iban a tener un rol en la vida nacional, su iglesia debía darse una organización nacional, el mayor obstáculo para lo cual era que sus obispos que construyeran una jerarquía nacional. En Connecticut —donde los que habían ido a la Iglesia Episcopal no sólo se habían persuadido de la necesidad de episcopado, sino también habían adoptando otros muchos postulados de los teólogos Carolinos—, se consideraba que un obispo era absolutamente necesario, y en consecuencia, el clero de ese estado eligió al Rev. Samuel Seabury y le pidió ir al extranjero y obtener el carácter episcopal.
Fue imposible lograr el episcopado en Inglaterra, debido a que los obispos de allá no podían por ley consagrar a ningún hombre que no prestara juramento de fidelidad, y aunque durante la Revolución las simpatías “tories” de Seabury fueron ampliamente conocidas, le habría sido imposible regresar a los Estados Unidos habiendo recibido la consagración como súbdito británico. Tras la negativa de los obispos ingleses a conferir el episcopado viajó a Escocia, donde después de prolongadas negociaciones, los obispos que no prestaban juramento consintieron en conferirle el carácter episcopal.
Estos obispos eran el remanente de la Iglesia Episcopal que los Estuardo habían deseado tan ardientemente establecer en Escocia y que había perdido la protección del Estado, junto con todo su financiamiento, por su fidelidad a Jacobo II. Los presbiterianos escoceses miraban los principios religiosos de aquéllos como apenas menos incómodos que los de los católicos y políticamente que se les consideraba igualmente peligrosos. En realidad, eran eclesiásticos sumamente encumbrados, y habían alterado la liturgia hasta el punto de asemejar su doctrina de la Santa Eucaristía a la de la Iglesia Católica. Se sabía que incluso habían empleado crisma en la confirmación, y eran firmes creyentes en el carácter sacerdotal del ministerio cristiano y en la necesidad de la sucesión apostólica y la ordenación episcopal. El Dr. Seabury fue consagrado por ellos en 1784 y, siendo él mismo de opiniones teológicas muy similares, firmó inmediatamente un acuerdo comprometiéndose a hacer todo lo posible para introducir en Connecticut las peculiaridades litúrgicas y doctrinales de los no jurantes. A su regreso a su Estado procedió a organizar y gobernar su diócesis como en gran medida lo habría hecho un obispo católico; excluyó al laicado de las deliberaciones y concejos eclesiásticos y, tanto como pudo, de todo control de los asuntos eclesiásticos.
Las facciones White y Provost
Pero si se sacerdotalismo triunfaba en Connecticut, muy otra cosa fue en Nueva York, Pensilvania y Virginia. El dr. White, ahora rector de la Iglesia de Cristo y doctor en teología, creía que si la Iglesia Episcopal iba a vivir y crecer en Estados Unidos tenía que aceptar, y adoptar en la mayor medida posible, el principio de una administración representativa. El habría querido seguir sin el episcopado tanto tiempo como se pudiera lograr de Inglaterra, y, entre tanto, ordenar a los candidatos al ministerio con la coordinación presbiteriana, pero advirtiéndoles de que al llegar un obispo serían re-ordenados condicionalmente. Esta última sugerencia, empero, encontró poco apoyo entre los episcopales, y finalmente, después de muchas dificultades, se aprobó una ley en el Parlamento que facultaba a los obispos ingleses a conferir el episcopado a hombres no sujetos a la Corona británica. En consecuencia el Dr. White, elegido obispo de Pennsylvania, y el Dr Provost, de Nueva York, viajaron a Inglaterra y recibieron la consagración de manos del entonces arzobispo de Canterbury, doctor Moore, el domingo de Septuagésima de 1787.
Tenue unión tenue de las distintas facciones
A su regreso, y aunque ahora había tres obispos de los Estados Unidos, había tantas diferencias entre los eclesiásticos de Connecticut y los de estados del centro y del sur, especialmente respecto a la presencia de laicos en los concejos eclesiásticos, que no fue hasta 1789 que se llevó a cabo una unión. Incluso después de esa fecha, cuando el Dr. Madison fue elegido obispo de Virginia tuvo que ir a Inglaterra para su consagración, porque el obispo Provost, de Nueva York, se negó a actuar en conjunto con el obispo de Connecticut. No obstante, la unión finalmente se cimentó en 1792 al ser elegido el Dr. Claggert como obispo de Maryland, y habiendo en el país tres obispos de línea anglicana excepto el Dr Seabury, el obispo de Nueva York retiró sus objeciones a fin de que el Dr Seabury fuera el cuarto.
Si Dr Seabury no habían sido invitados a participar en la consagración del Dr Claggert, un cisma entre Connecticut resto de los residuos del país habría sido el resultado inmediato.
III. LOS TRES GRUPOS DE LOS EPISCOPALIANOS
Casi desde el comienzo mismo de su vida independiente, las tendencias que se han evidenciado en los tres grupos de la Iglesia Episcopal de nuestros días no sólo eran evidentes, sino que estaban arraigadas en los miembros del episcopado. El obispo Provost, de Nueva York, representaba el temperamento racionalista del siglo XVIII, que se ha manifestado en lo que se llama el Grupo de la Iglesia Amplia.
El obispo White representó al Grupo Evangélico, con su creencia más en la conveniencia que en la necesidad de la sucesión apostólica y su deseo de fraternizar en la medida de lo posible con las demás denominaciones de la Reforma. El obispo Seabury, por otra parte, representó la posición tradicional de la Alta Iglesia, intelectual en lugar de emocional, con más énfasis en la organización de la Iglesia hacia el exterior que en la religión emocional.
Grupo de la Alta Iglesia
Esta escuela ha jugado una parte muy importante en la historia de la Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos, y si bien indudablemente fue influída en gran medida por el Movimiento de Oxford, existía y actuaba mucho antes de 1833. De hecho, en los años veinte el obispo Hobart ya mostraba ese tipo de piedad evangélica que, junto con altas ideas sacramentales, ha sido desde entonces la principal característica del grupo.
El Movimiento de Oxford, sin embargo, no dejó de ser influyente, y ya en 1843 las disputas entre los eclesiásticos muy elevados y el resto de la Iglesia Episcopal habían llegado a un punto tan álgido que cuando el reverendo Arthur Cary, en su examen para la ordenación, confesó los principios de "Tracto 90" –pese a lo cual no se le negó la ordenación– la controversia estalló en guerra abierta. El obispo de Filadelfia, doctor Onderdonk, fue suspendido de su cargo bajo acusación de embriaguez, pero la verdadera razón fue su simpatía con la Alta Iglesia; y su despido fue tan injusto que Horace Binney, famosa jurista, lo declaróabsolutamente ilegal. No obstante, por más de diez años no fue reincorporado a sus funciones. A su hermano obispo de Nueva York le fue aún peor: se le hicieron cargos de inmoralidad y fue suspendido de sus funciones durante el resto de su vida, a pesar de que la gran mayoría de sus conciudadanos, ya pertenecieran o no a su confesión, creían firmemente en su inocencia. El intento de suspender a un tercer obispo de la Alta Iglesia, padre del fallecido Monseñor Doane, no prosperó después de que él se presentara cuatro veces. Fue imposible hacer un juicio eclesiástico al obispo Doane, no sólo por su incomparable habilidad diplomática sino también por la rectitud y probidad de su vida.
En 1852 el obispo de Carolina del Norte, doctor Ives, renunció a su cargo en la Iglesia Episcopal y se sometió a la Sede Apostólica, y fue seguido a la Iglesia Católica por numerosos clérigos y laicos. Su secesión arrastró de la Iglesia Episcopal a todos los claras simpatías romanas, pero el grupo de la Alta Iglesia subsistió, creció y en algún grado progresó a pesar de la legislación hostil, en tanto que con el tiempo surgió nuevamente un partido pro-romano. Después de la aprobación del canon de púlpito abierto en la Convención General de 1907, una veintena de sacerdotes y un gran número de los laicos se unieron a la Iglesia Católica.
El partido evangélico
Por otro lado, el Partido Evangélico extremo, incómodo con el incremento del ritualismo y no pudiendo expulsar en gran número a partidarios de la Alta Iglesia, se separó de la Iglesia Protestante Episcopal en 1873 y formó lo que se conoce como Iglesia Reformada Episcopal. A diferencia de muchos de los órganos protestante, la Iglesia Episcopal no fue perturbada permanentemente por la Guerra Civil, ya que la caída de la Confederación terminó con la organización independiente de la Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Confederados.
Partido de la Iglesia Amplia
Con todo, el Grupo de la Iglesia Amplia ha permanecido en la Iglesia Protestante Episcopal, y los años recientes han afectado gravemente su actitud respecto a temas tales como la mayor crítica y la necesidad de la ordenación episcopal. Los más destacados defensores de esta escuela, y cuyas conclusiones difieren poco o nada de los modernistas extremos, no han podido alterar seriamente la enseñanza de la Iglesia Episcopal sobre verdades tan fundamentales como la Trinidad y la Encarnación; y algunos casos la Alta Iglesia y el grupo Evangélico, combinados, han sido lo suficientemente fuertes como para excluirlos de la Iglesia Episcopal. El partido, sin embargo, está ganando fuerza; sus clérigos son hombres de intelecto y vigor, y los laicos que lo apoyan son en buena parte personas de grandes medios. Para aquél el futuro del anglicanismo, más que el de cualquier otra escuela de pensamiento, está en el cuerpo anglicano.
IV. ESTADÍSTICAS
En 1907 la Iglesia Protestante Episcopal de los Estados Unidos de América tenía una jerarquía de 5.413 clérigos, 438 candidatos a las órdenes y 946.252 comunicantes. A estos últimos hay que multiplicarlos al menos por tres para tener una idea de los adeptos de la Iglesia Protestante Episcopal. Poseía nueve colegios y universidades y quince seminarios teológicos.
Publicación de información escrita por W. Sigourney Fay. Transcritas por Bryan R. Johnson. Enciclopedia Católica, volumen XII. Nueva York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, 1 de junio de 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor. + John Cardenal Farley, arzobispo de Nueva York.
Bibliografía
TIFFANY, Hist. de la Iglesia Prot. Episc. de los Estados Unidos de América, en la Serie Historia de la Iglesia en Estados Unidos, VII (Nueva York, 1907); McCONNEL, Hist. De la Am. Iglesia en los EE.UU. desde la instalación de las colonias a la finalización de la Guerra Civil (Nueva York, 1890); White, Memorias de la Inglesia Prot. Ep. en los Estados Unidos (Nueva York, 1880); COLEMAN. La iglesia en los EE.UU. (Nueva York, 1895).

Formación de las iglesias luteranas


En Wittemberg los discípulos de Lutero empezaron a predicar contra el Papa. Quitaron las imágenes de los santos y cambiaron algunos de los usos de la Iglesia. Monjes agustinos salieron de su convento y adoptaron un oficio. Predicadores quisieron llegar a suprimir el bautismo. Lutero volvió entonces para hablar contra ellos y reanudó sus predicaciones (1522).
Poco a poco Lutero cambió la manera de celebrar el culto. Mandó hacer una parte del servicio religioso en alemán, suprimió las misas rezadas y las dedicadas a las almas del Purgatorio. Dió la comunión con la hostia y con el cáliz. Luego publicó una colección de cánticos en alemán. Suprimió la confirmación, la extremaunción y la confesión.
En algunas ciudades se hizo lo mismo. Fué lo que se llamó "hacer la Reforma". Los partidarios de Lutero, denominados luteranos, manifestaban predicar "el Evangelio puro" y acusaban al Papa "de haber alterado las reglas de la Iglesia mediante adiciones humanas".
El emperador, ocupado en la guerra con el rey de Francia, pidió a los príncipes y a las ciudades de Alemania que ejecutasen el edicto contra los luteranos. La mayoría de la Dieta manifestó que no era posible aplicarlo, porque sería escandaloso ahogar "la verdad evangélica" y mantener los abusos. El emperador reclamó, pero la asamblea pidió un concilio para hacer la reforma (1524). Mientras tanto, cada príncipe hizo lo que quiso en sus dominios.
Hubo en Alemania muchas agitaciones. Bandas de aldeanos se sublevaron a la vez contra los señores y contra los obispos. Pedían juntamente la abolición de las rentas y el derecho de los municipios de designar sus sacerdotes, a fin de hacer "predicar el Evangelio puro." La guerra de los aldeanos se extendió a toda Alemania del Sur y duró más de dos años (1522-25).
Exasperó a Lutero aquel levantamiento, que irritaba a los príncipes en contra de la Reforma. En un escrito dirigido a los aldeanos, decía: "Los súbditos no deben nunca sublevarse. Aun cuando los de arriba sean malos e injustos, ello no excusa una sublevación, porque no toca a cada cual castigar la maldad, sólo corresponde a la autoridad que tiene la espada por orden de Dios". Luego Lutero excitó a los príncipes contra los aldeanos: "Debéis herirlos, destriparlos, abrirlos en canal, como debe matarse a un perro rabioso, porque no hay nada más venenoso, que ofrezca mayor peligro, más diabólico que un hombre sublevado". Los príncipes y la nobleza atacaron a los aldeanos rebeldes, los dispersaron y pasaron a cuchillo.
El emperador habría querido reunir un Concilio para arreglar los asuntos religiosos en toda Alemania a la vez, pero el Papa se oponía a tal idea. El emperador habría querido asimismo que, entre tanto, no se variasen en nada los usos de la Iglesia, pero los príncipes pretendían tener el derecho de arreglar la organización de la Iglesia cada uno en su territorio.
Varios príncipes hicieron lo que llamaban la Reforma. Se incautaron para ello de los bienes raíces de las iglesias, cerraron los lugares de peregrinación, mandaron quitar las imágenes de lo santos, nombraron predicadores luteranos, permitieron que los monjes y las religiosas salieran de sus conventos. Los nuevos eclesiásticos cambiaron el culto. Suprimieron la liturgia en latín y la sustituyeron con oraciones y cantos en alemán. Muchos se casaron. Lutero se casó con una religiosa pobre.
Los príncipes dejaron de reconocer la autoridad de los obispos, y cada uno se condujo como cabeza de la Iglesia en su territorio. Nombraron inspectores que recorrieron las iglesias del país para introducir en ellas los nuevos usos. Lutero escribió par aun príncipe una liturgia, luego un catecismo en alemán que los otros príncipes adoptaron poco a poco.
Carlos V, a quien ocupaban sus guerras, había dejado correr las cosas, pero, una vez que hubo hecho paces con el rey de Francia, su hermano Fernando que gobernaba Alemania en nombre de él, intentó oponerse a la Reforma. La asamblea de los príncipes, reunida en Spira, ordenó devolver a los obispos sus bienes y su poder, y prohibió variar nada en el culto hasta que se hubiera reunido el Concilio. Los príncipes que habían hecho la Reforma en sus territorios protestaron en la Dieta de Spira contra esta decisión. Desde aquel momento los partidarios de la Reforma llevaron el nombre de protestantes (1529).

Iglesia Presbiteriana - Historia y Origen

Estamos en deuda el liderazgo de John Knox (1505-1572) de la victoria de la Reforma en Escocia. 
Discípulo de John Calvino, Knox presentó Escocia, 1560, el calvinismo, a través de un acto oficial del Parlamento Europeo, que abolió la jurisdicción del Papa y prohibió la celebración de la Misa, en Escocia. 
Así, el despliegue no fue pacífico el anglicanismo en Inglaterra. 

Se dividieron los grupos de oposición que se dio en llamar "disidentes o no conformistas". También se opuso a la jerarquía episcopal de la Iglesia Anglicana (donde el obispo preside). Según la enseñanza de Calvino, el gobierno de la iglesia debería ser ejercido por el presbiterio, compuesto de los pastores (ancianos de la enseñanza) y laicos (ancianos gobernantes). 
Presbítero significa "anciano".
Como resultado, los calvinistas Inglés venido a llamar a sí mismos los presbiterianos. 
En 1876, se organizó la Iglesia Presbiteriana de Inglaterra, una iglesia libre y no-estatales.
Además de las congregaciones se rigen por un sacerdote, se destaca por la moral fuerte, espíritu democrático y la simplicidad de culto y la liturgia. 
Ellos ven la misa como la idolatría.
Su culto se encuentra en los actos de devoción, la lectura de la Biblia, sermón, oraciones, cantos y la bendición al final.

Fuente: http://es.shvoong.com/society-and-news/spirituality/1946417-iglesia-presbiteriana-historia-origen/#ixzz1PujdnYZu

LOS MENONITAS


Los Hermanos Suizos y los anabaptistas 
En 1523 Ulrico Zuinglio, ex sacerdote católico, comenzó a reformar la iglesia de la ciudad suiza de Zúrich.del RinHesseTuringiaSajonia y otros territorios alemanes. En vez de reducirse su número, nuevos seguidores se les sumaban en cada lugar.
La situación se agravó para el conjunto de los movimientos anabaptistas por las decisiones de la Dieta de Espira. Desde 1526 la Dieta había decretado que cada príncipe podía decidir en sus territorios si se enseñaba el culto reformado o el católico, lo cual chocaba directamente con la concepción de losHermanos, quienes exigían que la autoridad civil no se entrometiera en las cuestiones de fe. En 1529, a pesar de que los príncipes partidarios de la Reforma expresaron su célebre protesta rechazando cualquier cosa “contraria a Dios o a su Santa Palabra”, se pusieron de acuerdo con los católicos en cuanto a las medidas para perseguir a todos los anabaptistas.
Así fue promulgada la ley imperial del 23 de abril de 1529 que ordenaba “quitar la vida a todo rebautizador o rebautizado, hombre o mujer, mayor o menor, y ejecutarlo según la naturaleza del caso y de la persona, por fuego, por espada o por otro medio en cualquier lugar donde fuere hallado”. Las medidas represivas se agudizaron después de la rebelión de los anabaptistas extremistas en Münstery, con el pretexto de aplastar el levantamiento protagonizado por éstos y sus ideas subversivas, se multiplicaron las ejecuciones de Hermanos a pesar de que ellos siempre fueron pacifistas y rechazaron las ideas y prácticas de los münsteristas.

Menno [editar]

Menno Simons (1496-1561) fue un sacerdote católico de Frisia, hoy Holanda, que escribió para denunciar los errores de los revolucionarios anabaptistas. Impresionado por la tragedia de Münster y convencido de que solamente con un testimonio de auténtico seguimiento a Jesucristo y de sometimiento a la autoridad de la Biblia era posible evitar que las personas fueran seducidas por nuevos errores, y para rechazar las de los príncipes y las jerarquías católicas y reformadas, decidió romper en 1536 con la iglesia Católica y unirse a los anabaptistas pacifistas.
Menno desarrolló una exitosa labor pastoral en medio de la persecución. Participó en la organización de las congregaciones anabaptistas en Holanda, el norte de lo que hoy es Alemania y el noroeste dePolonia. Participó en numerosas polémicas con reformadores luteranos y calvinistas, con anabaptistasunitarios y con los partidarios de usar la violencia. Al interior de las propias congregaciones, las discusiones sobre la excomunión causaron rupturas. No le fue posible ponerse de acuerdo con las comunidades establecidas desde 1528 por los huterianos sobre la obligatoriedad o no para los cristianos de la comunidad de bienes.
Las congregaciones unidas al movimiento que contaba con la activa participación organizativa de Menno lograron consolidarse, aunque muchas veces tuvieron que peregrinar huyendo de un lugar a otro. La influencia de Menno llegó a ser tan notoria, que sus adversarios comenzaron a llamarlas “menistas” o “menonitas“, a manera de insulto. Perseguidas sin cuartel en la Europa occidental, comunidades enteras de menonitas y otros anabaptistas se desplazaron forzadamente, estableciéndose en la Europa oriental, así como en Pennsylvania en 1683, y durante el siglo XVIII, cuando, además surgió allí otra denominación anabaptista similar, la de Hermanos en Cristo.

De Rusia a América [editar]

En 1788, a invitación de Catalina la Grande, emperatriz de Rusia, grupos de agricultores menonitas de Prusia (donde se les impusieron en 1786 severas condiciones para su permanencia), emigraron aUcrania, en el sur de Rusia.
Con el correr del tiempo, muchos menonitas de los establecidos en Rusia habían luchado y padecido por su bienestar espiritual, cultural y material en diversas regiones de Europa y de la Rusia asiática. Los menonitas habían sido eximidos por Catalina de la obligación de prestar el servicio militar, pero esta condición, al igual que la autonomía de que gozaban en sus escuelas y comunidades, fueron abolidas en 1870, por lo que muchos menonitas decidieron ir al Canadá, donde fueron aceptados en1873, y a Estados Unidos, donde había muchas comunidades menonitas y Amish desde 1683. En la misma época aparecen registros de menonitas emigrados de Rusia a América Latina. Fue en laArgentina, en 1877, cuando se formó una colonia agrícola en el arroyo Nievas, cerca de Olavarría, en la provincia de Buenos Aires. Estos menonitas no mantuvieron su identidad, y posiblemente se fusionaron con iglesias luteranas que servían a otros inmigrantes alemanes que llegaron en la misma época.
En Estados Unidos, deseando mantener su ética pacifista, muchos menonitas rehusaron apoyar laPrimera Guerra Mundial. Algunos conscriptos jóvenes en Europa y Estados Unidos pasaron el conflicto en la cárcel, donde algunos murieron como consecuencia de maltratos y torturas. Al avecinarse la Segunda Guerra Mundial se reconoció en Estados Unidos el derecho de los objetores de conciencia, y miles de jóvenes participaron en un Servicio Voluntario Alternativo. El modelo fue tan exitoso que ha continuado hasta ahora (es la base de los voluntarios del Comité Central Menonita), y ha sido imitado por programas como el Cuerpo de Paz de los Estados Unidos.
En Rusia, las políticas de Stalin causaron nuevos éxodos de menonitas a América. Entre 1920 y 1930nuevos grupos se establecieron en CanadáMéxico y Paraguay. La Segunda Guerra Mundial resultó desastrosa para la mayoría de los menonitas que quedaron en Ucrania y Rusia. Se les consideró “alemanes” por el idioma que hablaban, y miles murieron o fueron deportados a Siberia.
Parte de los menonitas de Rusia que huían de la persecución stalinista emigraron a Paraguay en1930. Allí se trasladaron también otros menonitas de Estados UnidosCanadá Belice y México. En1945 llegó una nueva ola de refugiados, que se instalaron en UruguayBrasil y Paraguay. En las últimas décadas se han acelerado los movimientos migratorios, y hoy hay importantes colonias de menonitas que mantienen el uso del idioma alemán en ParaguayBoliviaUruguayBrasilMéxico y, más recientemente, en la Argentina (cerca de Guatraché, en la provincia de La Pampa y cerca dePampa de los Guanacos, en la provincia de Santiago del Estero).
En Estados Unidos y Europa, los menonitas se han opuesto a tomar parte en las guerras en VietnamIraq y han participado en numerosas campañas pacifistas.

Las colonias agrícolas menonitas de idioma alemán [editar]

Aproximadamente el 15% de los menonitas pertenecen a comunidades donde, junto con el idioma alemán, se conservan tradiciones centenarias. Estos grupos son mayormente de dos vertientes: a) deSuiza, donde en 1700 se originaron los Amish y otros grupos menores ahora en Canadá y Estados Unidos; y b) de Rusia. Estos grupos, llamados en general “La Antigua Colonia” por la zona de Rusia donde habitaban, comenzaron a radicarse a partir del 1920 en CanadáMéxicoParaguayBolivia y, recientemente, en la Argentina y Uruguay . Estos grupos se han dedicado a la labranza de la tierra y a vivir un estilo de vida sencillo, sin automóviles, electricidad ni otros progresos de la vida moderna. Se distinguen por sus vestimentas modestas. Todo es expresión de su entendimiento de la fe cristiana, en la que es muy importante mantenerse apartados del mundo.

Comité Central Menonita [editar]

Diferentes denominaciones menonitas, los Hermanos en Cristo y los Amish fundaron en 1920, con recursos de congregaciones de CanadáEstados Unidos y Holanda, el Comité Central Menonita, para ayudar a sus hermanos de Ucrania, afectados por los sufrimientos causados por la Primera Guerra Mundial y la guerra civil subsiguiente. Desde entonces, el Comité ha logrado exitosas campañas para socorrer en todo el mundo a poblaciones pobres o afectadas por catástrofes naturales o guerras, sin importar las creencias de las personas que reciben la ayuda. En Laos el Comité ha ayudado a financiar los programas para eliminar las minas antipersonales que quedaron sembradas durante las campañas militares norteamericanas por la Guerra de Vietnam.

Difusión [editar]

Según un informe publicado a principios del 2007 por la Conferencia Mundial Menonita, hay en el mundo aproximadamente 1.480.000 menonitas, distribuidos en 82 países. Debe recordarse que estas estadísticas no incluyen niños, sino solamente miembros adultos bautizados.
Aunque en sus primeros 450 años los menonitas estaban radicados mayormente en el hemisferio norte (Europa y América del Norte), en las últimas décadas han experimentado un notable crecimiento en los otros continentes, y en los primeros años del Siglo XXI sólo el 37% vive en Europa y América del Norte. Hay más menonitas en Africa que en cualquier otro continente. Las estadísticas a fines del 2006 eran:
Africa 530.000 Estados Unidos, Canadá y México 500.000 Asia, Australia y el Pacífico 241.500 América Central, del Sur y Caribe 156.000 Europa 52.500

América Latina [editar]

A principios del siglo XX se despertó en las iglesias menonitas de los Estados Unidos el interés por enviar misioneros a otros países, especialmente a América Latina. Los primeros misioneros llegaron a la Argentina en 1917. Detrás de ellos se fueron abriendo obras misioneras en otros países, con congregaciones latinoamericanas étnicas, cuyo primer idioma es el español, el portugués, el francés, y diversos idiomas indígenas.
Hay ahora iglesias menonitas activas en:
  • Argentina
  • Bahamas
  • Belice
  • Bolivia
  • Brasil
  • Colombia
  • Costa Rica
  • Cuba
  • Ecuador
  • El Salvador
  • Guatemala
  • Haití
  • Honduras
  • Jamaica
  • México
  • Nicaragua
  • Panamá
  • Paraguay: Filadelfia y otras localidades en el Chaco Paraguayo
  • Perú
  • Puerto Rico
  • República Dominicana
  • Trinidad y Tobago
  • Uruguay: Colonia Nicolich, El Ombú, Gartental, Delta
  • Venezuela
a
La membresía combinada en esos países supera los 156.000.

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