
Donna Summer, quien fue considerada como la reina de la música disco, falleció el pasado 18 de mayo a la edad de 63 años. La cantante, quien además, era una ferviente cristiana murió creyendo que el cáncer que padecía fue una consecuencia de haber inhalado las sustancias tóxicas que se emitieron tras el ataque terrorista del 11 de septiembre. El atentado fue un ataque contra su religión y aseguraba que, de alguna manera, los creyentes como ella eran los blancos de la acción terrorista.
Según sus allegados, la intérprete de “On the Radio” casi desarrolló una paranoia respecto a tener que respirar el aire que entraba a su casa, el cual “olía rancio”. Asimismo, TMZ indicó que constantemente Summera roceaba un spray en su hogar para “desinfectar el aire”.
Donna nació en las afueras de Boston, y fue criada en el seno de una familia devota cristiana. Su debut como cantante fue siendo apenas una niña, cantando alabanzas en su iglesia.

Donna tuvo un reencuentro con Dios y luego de confesar haber nacido de nuevo a la fe cristiana dejó de cantar la controversial canción “Love to Love You Baby”. Su ex publicista Michael Levine dijo a ABC News que Donna era muy sincera acerca de su fe cristiana y que incluso tenía un estudio bíblico semanal en su casa.
Levine agregó que emanaba “gran optimismo” y era “extremadamente cortés, rara vez visitaba sin llevar un regalo. Ella era alguien que sentía el amor y hacía que otra gente lo sintiera”, dijo Levy.
El verano es sobrevivido por su marido, Bruce Sudano, sus hijas Brooklyn y Amanda, así como a su hija Mimi de su matrimonio anterior con Helmuth Summer.