Se ha extendido como la pólvora por el mundo musulmán el rumor de que Israel pretende destruir la mezquita de Al Aqsa para erigir sobre el lugar el tercer Templo de Jerusalén, cuya construcción tendría un enorme significado para el pueblo judío. Si se reanudan las supuestas obras de mejora de accesos habrá tercera Intifada.
El mes pasado, tras varios días de enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes, el primer ministro Edmund Olmert decidió suspender provisionalmente las obras. Con su decisión pretendía evitar el derramamiento de sangre en la ciudad más santa entre las santas. Su decisión -pese a que ha asegurado que las obras cuentan con todos los permisos oportunos y que se van a realizar con la participación de científicos- ha provocado los desaires de algunos rabinos y grupos ortodoxos que no han dudado en asegurar que Olmert "no sabe lo que significa ser judío". Así lo ha afirmado Chaim Richman, el líder del llamado Instituto del Templo, quien sin embargo mantuvo unas excelentes relaciones con Ariel Sharon, el anterior primer ministro, que en el año 2000 acudió a la explanada de las mezquitas en una visita que provocó la ira árabe, ya que afirmó durante la misma: "Es la hora del Tercer Templo". Tras el paseo del "halcón israelí" en el lugar sagrado de los musulmanes se desencadenó la segunda Intifada, puesto que la hipotética construcción de dicho templo implicaría la destrucción de la mezquita de Al Aqsa, ya que según defienden algunos grupos tradicionalistas este paso sería fundamental para poder levantar el templo. Al Aqsa sigue bajo "control" israelí desde la época de la Guerra de los Seis Días en 1967. Así lo cuentan muchas páginas islámicas en internet, entre ellas las de lo recién detenidos mantenedores de Yama'a Islámica de Al-Andalus (Liga Morisca).
UN TEMPLO IGUAL AL DE SALOMÓN
Nabucodonosor fue el primero en destruir el Templo de Jerusalén, edificado en los tiempos de Salomón. Fue hace 2.700 años. Según la tradición, en sus entrañas se conservaba el Arca de la Alianza y los grandes secretos judíos. Fue reconstruido y, ya en nuestra era, en el año 70, los romanos volvieron a reducirlo a cenizas. Desde entonces, erigirlo de nuevo ha sido el sueño de millones de judíos. El objetivo sería que ocupara el mismo espacio que el levantado por Salomón, que era treinta veces mayor que el destruido hace dos mil años. Además, su existencia significaría que las profecías se han cumplido y que sería el tiempo de la llegada del Mesías.
Y lo que a nivel geoestratégico sería más peligroso: la construcción del templo determinaría la escenografía del dominio israelí sobre Oriente Medio. El Instituto del Templo logró colocar la primera piedra de la nueva construcción en julio del año 2000. Fue un hecho simbólico, pero la bendición que recibió por parte de Sharon y de algunos de los ministros más relevante ha generado la sensación de que se ocultan las verdaderas intenciones de la nueva obra. Esa sospecha es la que ha provocado la rección del pueblo musulmán. De hecho, esta institución ya ha reconstruido 93 objetos -una menorah de oro, trompetas, campanas, vestimentas para los sacerdotes- para el Tercer Templo a imagen y semejanza de como eran los que se encontraban en el lugar en los tiempos de Salomón. Pero existen otras organizaciones -por ejemplo, Temple Mount y el movimiento Erezt Ysrael Taithful Movement- que abogan por lo mismo gracias al apoyo que reciben del sector más integrista del gobierno israelí. Algunas de ellas ya han traído a Jerusalén las piedras para la construcción.
En tono conciliador, el propio Olmert ya declaró en 2006 que iniciar la construcción del templo podría ser una bomba de relojería que desencadenara un conflicto mayor entre israelíes y palestinos, una situación cada día más compleja, ya que se ha filtrado la existencia de planes terroristas para destruir Al Aqsa y así facilitar el camino al nuevo templo. En concreto, cinco activistas judíos fueron detenidos en abril del 2005 mientras planeaban demoler el edificio con el lanzamiento de un misil antitanque. "Los sospechosos no han pasado del proyecto a los hechos", dijeron las autoridades tras poner en libertad a los terroristas. ¿Son las nuevas obras una forma más discreta de llevar a cabo el maquiavélico plan?
EL “POLVORIN” SAGRADO
Jerusalén es una de las ciudades con mayor carga simbólica del mundo, pues en ella se dan la mano algunos de los lugares santos más relevantes de las tres principales religiones monoteístas: el Islam, el cristianismo y el judaismo. En ella se encuentra también la conocida como Explanada de las Mezquitas, situada tras el Muro de las Lamentaciones, único vestigio que queda del derruido segundo Templo de Jerusalén y lugar de devoción por excelencia de los hebreos: allí se hayan también la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. desde donde según el Coran el profeta Muhammad ascendió al Cielo. No es de extrañar que sea uno de los lugares, además de sacros, más conflictivos del planeta, habida cuenta del enfrentamiento entre judíos y musulmanes. Si los planes de los más ortodoxos prosperan, todos esos lugares de culto islámico podrían dejar de existir para poder construir el Tercer Templo.
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