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28/6/12

Una iglesia que no duerme en Jerusalén


El sueño de cada cristiano es poder conocer Jerusalén y recorrer la ciudad que nuestro Señor Jesucristo recorrió. Todos los peregrinos que asisten a la ciudad, visitan, entre otras cosas, el santo sepulcro. Pero lo que muchos quizás no saben es que en la Ciudad Antigua de Jerusalén, al caer la noche después que los turistas abandonan el lugar, un grupo de clérigos de las tres denominaciones más grandes de la iglesia - la ortodoxa griega, armenia y católica romana – se reúnen cada noche para los rezos especiales reservados para los hombres que cuidan el sitio donde los cristianos creen que Jesús fue crucificado, sepultado y resucitado.
Daniela Berretta, de Associated Press narra de primera mano qué es lo que ocurre a puerta cerrada en el santuario.
A partir de la medianoche, los clérigos y monjes cantan y rezan durante horas, a puerta cerrada, haciéndose eco de sus cantos a través de las cámaras oscuras cavernas de las habitaciones del Santo Sepulcro .
Esta es una tradición que viene celebrándose durante siglos y las preparaciones requieren una rutina rígida. Antes de las primeras oraciones del nuevo día, el santuario cristiano necesita ser limpiado, así como los trabajos de mantenimiento rutinarios.
Los clérigos barren los pisos, sustituyen las lámparas de aceite y se limpian los candeleros, después de que miles de peregrinos han visitado el lugar durante todo el día anterior. De vez en cuando un pequeño número de peregrinos devotos ayudan con la limpieza y se les permite quedarse y rezar en la iglesia durante toda la noche.
La misa de la mañana es una tradición asociada a la vida monástica, según asegura  Eugenio Alliata, sacerdote y profesor de Arqueología Cristiana en el Estudio Bíblico Franciscano de Jerusalén. “En su mayoría monjes y religiosos quieren orar no sólo todo el día, sino también toda la noche, o parte del día o de parte de la noche. Es parte del deseo de orar sin cesar, porque las oraciones a Dios, se deben dar todo el tiempo, día y noche “, dijo Alliata.
El sacerdote Fergus Clarke, quien es el guardián de la comunidad franciscana en el interior del Santo Sepulcro, dice que las oraciones de la noche no sólo requieren un cierto grado de sacrificio personal, sino también lograr una mayor realización espiritual. “Esa es una vocación maravillosa … para poder hacer algo así, para saber que mientras la gente duerme, otros están orando”, dijo.
Las liturgias nocturnas en el interior del Santo Sepulcro están reguladas por una tradición consolidada: La misa griega-ortodoxa se celebra  dentro de la tumba de Jesús a las 12:30 am, antes de entregar el resto de actividades a los armenios y los franciscanos. La liturgia ortodoxa griega en la tumba es la más larga, y dura cerca de tres horas y media. Los armenios se apoderan entonces de una hora y media y los franciscanos de otra media hora.
El servicio nocturno está sujeto a algunas variaciones. En la fiesta de San Matías, en la mañana del 14 de mayo, por ejemplo, los católicos llevan una procesión a la tumba de Jesús en la liturgia ortodoxa griega.
Los tres principales denominaciones que comparten la iglesia guardan celosamente su territorio. Mientras que la tumba de Jesús y de los principales pasajes del Santo Sepulcro se consideran espacios comunes, las tres principales comunidades religiosas es dueño de una parte de la iglesia: La Capilla de Santa Elena, cerca del lugar donde se dice que la cruz de Jesús fue encontrada, pertenece a los armenios, la Iglesia Ortodoxa Griega tiene la propiedad de la mayor parte de la iglesia, incluyendo el Altar del Calvario, donde se levanta la cruz de Jesús. Los franciscanos, por su parte son dueños de la Capilla de la Crucifixión, donde Jesús fue crucificado, junto con la parte norte de la Iglesia, donde según la tradición Jesús se le apareció a su madre.
La iglesia fue construida por el emperador romano Constantino en el año 325, en el lugar donde se cree que la tumba de Jesús fue encontrada. Desde su construcción ha sido destruida muchas veces. En 1009 fue destruida por el califa musulmán al-Hakim. Los cruzados la restauraron en el siglo 12 dándole su aspecto actual. Alrededor del Sepulcro de Jesús fue erigida una pequeña capilla con dos cuartos: uno pequeño frente al Sepulcro, y el otro  donde está  propio Sepulcro, en donde no caben más de cinco personas.
Según el sacerdote Samuel Aghoyan, el armenio superior del Santo Sepulcro, la vida en el interior del Santo Sepulcro está regulada por un complejo laberinto de normas que son a menudo objeto de interpretaciones diferentes. A veces, las tensiones incluso ha llevado a la violencia, con los monjes empujando y golpeándose uno al otro.
“Nos mantenemos casi despiertos en la noche aquí para ver que las cosas se hagan correctamente, a tiempo, y que nadie ofenda el derecho del otro haciendo cosas que no se supone que debe hacer”, dice el padre Samuel. “Así que tenemos que tener cuidado y ver lo que hacemos o lo que hacen”.

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