Según la biografía oficial de la candidata demócrata, Hillary Clinton, durante la adolescencia, ella decidió dedicarse a la política. La motivación fue por un viaje que hizo a la iglesia metodista que frecuentaba en Illinois, la capital de Chicago, para un evento donde predicaba el pastor y activista por la igualdad racial, Martin Luther King Jr.
A pesar de que se creó en una familia evangélica, todos los discursos de Hillary Clinton no demuestran que ella entiende los principios bíblicos básicos.
El video difundido por la prensa esta mañana demuestra a la candidata que estuvo en la Iglesia de Dios en Cristo en Mount Airy, Filadelfia. Ella asistió al servicio y dio un breve mensaje sobre el mandamiento bíblico “Amar a tu prójimo”.Aun así, el último domingo antes de las elecciones (8/11), ella hizo campaña predicando en una iglesia, pidiendo un voto de confianza a la comunidad evangélica.
Además de hablar sobre diversos temas raciales que todavía separan a los Estados Unidos, trató de mostrar la intimidad con la Biblia. “Jesús sabía que todos no conseguiríamos amarnos, pero hay que levantarse cada día y seguir intentando”, dijo delante de la congregación.
Parece ser un intento de ofrecerle a los votantes una imagen diferente de Hillary Clinton, ya que su oponente Donald Trump ha recibido mayor apoyo de los líderes conservadores, incluyendo los líderes religiosos.
Guerra religiosa
En julio, cuando la imagen estaba todavía sin definir, tuvo una reunión con más de mil pastores en Nueva York. En la ocasión, el Dr. James Dobson, conocido por el ministerio Enfoque a la Familia, anunció que Trump recientemente había aceptado a Jesús como su Señor y Salvador y que precisaba de oración.
A mediados de octubre, una iglesia católica de San Diego divulgó un boletín instando a no votar por la demócrata porque sería un “un pecado mortal” porque el partido es defensor del aborto, el matrimonio homosexual, la eutanasia y otras cuestiones políticas anticristianas. El material también dice que quienes lo lleguen a hacer podrían su “alma inmortal y su salvación en juego”.
El obispo Robert McElroy que dirige la diócesis católica de San Diego, condenó la actitud diciendo que no era posible condenar al infierno a los votantes de Hillary y que este no es el papel de la iglesia.
Participación con el satanismo
Después de ser la primera dama de Arkansas, donde el marido Bill fue dos veces gobernador, se fue a la Casa Blanca. En su carrera política ha tenido dos elecciones como senadora de Nueva York y más tarde fue elevada a la categoría de oficina de la secretaría de Barack Obama. Ella era conocida por ser una firme defensora del aborto y por defender la entrada de Estados Unidos en varias guerras, una posición que para muchos no es coherente con el mensaje bíblico de la defensa de la vida.
Durante la pre-campaña para la presidencia de este año, ha sido acusada varias veces de tener vínculos con grupos satánicos. Ben Carson, precandidato adventista que fue fuertemente criticado por “mezclar” la política y la religión, recordó en un discurso durante la convención del partido republicano que “Hillary Clinton tiene como ídolo de la juventud al activista radical Saul Alinsky”.
Ella escribió su tesis de grado sobre el pensamiento de Alinsky. Pero Carson recordó que en la dedicatoria del libro “Reglas para Radicales”, el más vendido por el activista, hay un homenaje al “primer radical que se conoce” que “se rebeló contra el establecimiento y lo hizo tan bien que al menos conquistó su propio reino: Lucifer”.
El mes pasado, la campaña en los Estados Unidos fue sacudida por una serie de correos electrónicos de Hillary Clinton filtrados por Wikileaks. El caso está siendo investigado por el FBI.
Además de mostrar cómo ella utilizó su posición política para beneficiarse económicamente, los correos electrónicos muestran cómo John Podesta, el coordinador de la campaña de Clinton, participó en rituales de magia negra realizados por seguidores de brujo británico Aleister Crowley.
Rápidamente se sugirió que ella también tenía vínculos con el grupo, lo que fue negado por representantes de la candidata.
